Margarita Hernández, superintendente de Economía Popular y Solidaria, resaltó que el Sistema Financiero Popular y Solidario ha logrado una resiliencia y una capacidad importante de recuperación en tiempos de crisis.
En cuanto a los depósitos y créditos, expresó que son dos cuentas que permiten afirmar un crecimiento. A octubre de 2022, los depósitos ya superan los 19.700 millones de dólares, que representa un crecimiento anual de 18 puntos porcentuales. Esto es 0.2 más con respecto al mes anterior. En el tema de la composición de los depósitos del sector, se observa que el 73% de esos depósitos, son depósitos a plazos.
En referencia a las tasas, Hernández señaló que se debe observar la salud de las entidades respecto de las cifras que presentan, y en los márgenes de intermediación de las entidades se aprecia una lógica que permite la sostenibilidad de las mismas, considerando las tasas activas y pasivas que se gestionan desde las cooperativas y mutualistas. “Al ser entidades de personas y no de capitales, parte de los beneficios que las cooperativas y mutualistas entregan a sus socios tienen que ver con el pago de las tasas adecuadas por los depósitos que recibe”, dijo.
La titular de la SEPS resaltó que, desde la creación de la Superintendencia, hace 10 años, la cartera de crédito del sector ha crecido en un 442%. Esa cartera de crédito se coloca en niveles que alcanzan casi los 18.000 millones de dólares, representando más del 15% del PIB del país.
Indicó que las colocaciones del sector presentan una variación anual del 23.6%. “Para el tercer trimestre del 2020, el sector ya estaba recuperando la cifra del cierre del 2019. Al cierre del 2020 ya habían superado los niveles de colocación del 2019. Este dato es muy importante porque resalta la variación positiva que se veía en las captaciones”, recalcó. La variación anual de las captaciones es del 21% y de las colocaciones del 23%, con cifras cortadas a octubre de 2022.
En cuanto a los activos del sector, estos superan los 24.000 millones de dólares. “Se puede evidenciar un sector que crece de manera robusta y constante en esta interrelación sana que tienen con sus socios y clientes”, manifestó Hernández.
Al momento más de seis millones 600 mil ecuatorianos interactúan con las cooperativas y mutualistas, como socios o como clientes. Esto es más del 56% de la población adulta en el país, lo que permite entender que el sector se ha posicionado dentro del sistema financiero nacional.
Respecto a la morosidad y considerando el alto impacto del microcrédito en el sector, al revisar estas cifras con corte a octubre de 2022, se observa que la morosidad del sector está alrededor del 4,5%. Esa morosidad se encuentra afectada por la normativa temporal y extraordinaria que se emitió, en razón a las disposiciones en el contexto de la pandemia, pero siempre fueron temporales y extraordinarias.
Durante los 10 años de gestión de la SEPS, las entidades financieras populares y solidarias han cumplido de manera efectiva con las normas y regulaciones. “Esto no solo significa un enorme esfuerzo para las cooperativas y mutualistas sino también un enorme esfuerzo para el supervisor”, señaló.
En materia de lavado de activos, Margarita Hernández dijo que hace poco el Ecuador fue objeto de un análisis conjunto del GAFI y GAFILAT, superando la evaluación de manera adecuada y positiva. “El Ecuador mejoró su calificación en esta instancia y precisamente uno de los elementos que logró esa mejora en la calificación fue el haber podido demostrar cómo el Sector Financiero Popular y Solidario aplica de manera adecuada y técnica, la normativa relacionada con evitar el lavado de activos, el financiamiento de delitos como el terrorismo y la proliferación de armas de destrucción masiva”, resaltó.
La Superintendencia de Economía Popular y Solidaria está comprometida en generar inclusión y crear sostenibilidad en el sector controlado.